Tan efímero. Tan frágil. Tan rápido. Empezamos a ser conscientes de lo importante que es el tiempo cuando ya es “demasiado tarde”. Entrecomillado porque -casi siempre- nunca es demasiado tarde para nada.
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Tan efímero. Tan frágil. Tan rápido. Empezamos a ser conscientes de lo importante que es el tiempo cuando ya es “demasiado tarde”. Entrecomillado porque -casi siempre- nunca es demasiado tarde para nada.
¡Sigue leyendo!Sin haber estado nunca me imaginaba Bilbao como un sitio lleno de bosques y donde la naturaleza y todo lo verde predominaba. Antes de ir, […]
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